Las asociaciones de transportistas que forman el Cómite Nacional del Transporte por Carretera se han dirigido formalmente al Ministerio de Industria para transmitir el “malestar” del sector “con los protocolos establecidos para las cabezas tractoras en lo que a medición de la eficacia de la frenada se refiere, dado que en muchos casos la calificación desfavorable a las tractoras no es debido a un problema del vehículo si no que las instalaciones de las ITV no están ajustadas como deberían, informa Fenadismer.
Desde la organización comunican que: “cuando se presenta a la revisión periódica una cabeza tractora con tomas de aire y sin estar acoplada a un semirremolque, el equipo previsto para realizar la prueba de frenada (rodillos), no es capaz de realizar una lectura adecuada de los parámetros del vehículo al ser éste expulsado por los rodillos”.
La respuesta por parte de las estación ITV, es que aunque reconocen que puede no ser un defecto del vehículo, es necesario que el mismo se presente acoplado a un semirremolque con un cierto nivel de carga, relatan desde el colectivo presidido por Julio Villaescusa. “De hecho, sin intervenir en los frenos del vehículo rechazado, el mismo se presenta acoplado y el resultado suele ser favorable”, revelan.
En el comunicado escrito por el Comité Nacional al subsecretario de Industria se le comenta que “ buena parte de los transportistas de nuestro país no presta sus servicios con un conjunto de vehículos completo, sino que la relación comercial que mantienen con su cargador es en la modalidad de ‘enganche’, aportando el transportista únicamente su cabeza tractora, por lo tanto, no disponen de semirremolques propios ni tampoco de carga disponible para poder presentar sus vehículos a la inspección técnica periódica. Dichos transportistas, que han optado por la instalación de tomas de aires adicionales en sus vehículos, dependiendo de las instalaciones de las estaciones ITV ven rechazados sus vehículos y han de acudir con un semirremolque en régimen de préstamo o alquiler, con el consiguiente riesgo y gasto, sin que, a nuestro juicio, sea su responsabilidad que no se cuente con los equipos idóneos para poder terminar la eficacia de la frenada con el vehículo desacoplado”.
Desde Fenadismer recuerdan que desde la implantación del nuevo sistema de medición de frenado hace siete años, los casos de error han incrementado lo que ha hecho aumentar los perjuicios y las molestias a los transportistas, en el especial en el caso de las tractoras.