Cuando compramos nuestra primera tractora, entramos al vehículo y solemos pensar:»huele a nuevo», y hacemos nuestro primer viaje, ya sea nacional o internacional. Los años van pasando y los kilometros comienzan a subir en el contador, y salvo alguna avería, nuestro camión, que es nuestra segunda casa, sigue ahí subiendo puertos de montaña y haciendonos disfrutar experiencias que nunca olvidaremos, pero el paso de los años hacen mella, y ese puerto que subía con tanta fuerza ahora le cuesta más,y así un cúmulo de cosas, y sabes que ese fiel compañero necesita bajar el ritmo. Aquí es cuando uno se plantea… ¿ha llegado la hora de cambiar a mi viejo amigo?
Es algo que sabes pues tus necesidades siguen siendo las mismas, pero a la vez te das cuenta de que es un adiós. Una vez has decidido dar el paso, hay que saber que por mucho valor que tenga para uno mismo, el valor de mercado, normalmente va ser menos que el valor que tiene para nosotros, por los buenos y malos momentos vividos en el, pero ¿y si nos paramos a pensar y descubrimos un sitio en el que lo vendamos a un buen precio? un sitio en el que lo revisen, lo arreglen, le pongan neumáticos nuevos, repasen la chapa y pintura, y encima lo hagan lucir como cuando lo compramos. Hay un sitio en el las mejores manos se ponen al servicio del que fue nuestro primer camión, para dejarlo como cuando lo compramos, y que alguien que necesite algo menos que nosotros, pueda experimentar las mismas sensaciones, con el mismo camión. Porque lo que ha sido nuestra casa puede tener a alguien nuevo, alguien que lo va a hacer su hogar, y que lo va a disfrutar. Esa es la magia de los vehículos usados, piensas que te has despedido de una tractora que ha sido parte de tu vida, y un día puede que te la encuentres en ese mismo puerto de montaña, luchando como lo hacía contigo. Es por ello que cuando alguien nos vende su vehículo, lo tratamos y lo dejamos lo mejor posible, porque no vendemos solo vehículos de segunda mano, vendemos recuerdos de unos, para que otros puedan forjar su camino y crear recuerdos en esas mismas tractoras. Ya que alguien que las ve a simple vista puede decir que bonita, pero alguien que ha estado con una mira con orgullo, lo que ha logrado, pues es muy sufrido, y a su vez de lo que ha vivido. Así que si alguna vez, dais el paso, podeís buscar en muchos sitios, donde vender o comprar ,pero con más de 55 años de experiencia, diferenciamos entre comprar y vender, que eso lo puede hacer mucha gente, a hacerte experimentar la seguridad de una gran empresa y a su vez hacerte sentirte parte de la familia, que es lo que al final te hará sentir orgulloso con el paso de los años…